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Faltan billetes...un nuevo corralito?
Estamos delante de un nuevo "corralito? La temible pregunta fue planteada por alguien que no conseguÃa efectivo a través de los cajeros automáticos. La preocupación se exacerbó cuando un banco del interior limitó a $ 500 las extracciones en efectivo...
Estamos delante de un nuevo "corralito? La temible pregunta fue planteada por alguien que no conseguía efectivo a través de los cajeros automáticos. La preocupación se exacerbó cuando un banco del interior limitó a $ 500 las extracciones en efectivo. ¿Y si como consecuencia de esto ocurre con el efectivo lo que en diciembre pasado ocurrió con la nafta?
Al respecto entrevisté al argentino Carlos María Moyano Llerena (1914-2005), profesor en las universidades de Buenos Aires y Católica Argentina, pionero de la estimación trimestral del PBI, quien entre 1957 y 1960 publicó Panorama de la economía argentina y desde las páginas de La Nacion sugirió ampliar la cosmovisión desde la cual hay que analizar las cuestiones económicas.
-¿Cómo es esto de que "sobra dinero y faltan billetes"?
-Diferenciemos el acto de creación y absorción de dinero, propia del Banco Central, del acto de diseño e impresión de billetes y monedas, propia de la Casa de la Moneda. Esta sociedad del Estado, técnicamente, es una imprenta. Una imprenta muy especial, porque tiene un solo cliente. Faltan billetes porque la cantidad que se imprime no alcanza para satisfacer la demanda.
-¿Así que el Banco Central no tiene nada que ver con el problema?
-Tiene que ver, porque como no dispuso la emisión de billetes de mayor denominación, requiere un esfuerzo de producción que supera cualquier capacidad instalada. Además de lo cual hubo dificultades con otro productor local, obligando a imprimir en el extranjero.
-¿Por qué la ausencia de billetes de mayor denominación obliga a imprimir a lo loco?
-Imagine un país donde la oferta monetaria es de $ 10, y donde el billete de mayor denominación es de $ 1. El Banco Central decide duplicar la oferta monetaria, para lo cual le encarga a la Casa de la Moneda imprimir otros 10 billetes de $ 1. Al año siguiente repite la decisión, pero como no diseñó billetes de mayor denominación, ahora duplicar la oferta monetaria requiere imprimir el doble de billetes de $ 1.
-¿Es cierto que el Banco Central no quiere poner en circulación billetes de mayor denominación, para no alimentar las expectativas inflacionarias?
-No lo sé, pero en todo caso se trata de un insulto a la inteligencia de los argentinos. Si suprimiéramos los billetes y los cobros y los pagos sólo se pudieran realizar con monedas, ¿puede alguien creer que las expectativas inflacionarias se desplomarían?
-¿Cómo podría disminuir la demanda de efectivo?
-Eliminando el impuesto a los débitos y créditos bancarios y combatiendo la economía informal. Para esto último es indispensable que disminuyan las alícuotas impositivas y previsionales.
-El Banco Central anunció que en 2011 la oferta monetaria aumentará 29% y que la tasa de inflación será de 9 por ciento.
-Nunca fui un monetarista a ultranza, pero ignorar el comportamiento de la demanda de dinero (para mantener, no para gastar) puede ser muy peligroso. Al comienzo del plan Austral, como luego de la salida de la convertibilidad, había necesidad de recuperar las tenencias en efectivo, y por consiguiente durante cierto período los precios aumentaron menos que la oferta monetaria. Mucho me temo que en 2011 ocurrirá lo contrario, dado que los años electorales exacerban la habitualmente salvaje lucha por la distribución del ingreso.
-¿Qué relación existe entre el "corralito" de diciembre de 2001 y las actuales dificultades para conseguir efectivo?
-Para quien entonces no pudo retirar del banco lo que quería, y ahora encuentra que el cajero automático está vacío, la similitud es muy grande. Pero se trata de situaciones muy diferentes. En diciembre de 2001, dada la convertibilidad, el Banco Central no podía hacerles redescuentos a los bancos comerciales; en estos días lo que el Banco Central no les pudo entregar a los bancos comerciales fueron billetes (no confundamos dinero con billetes). Pero las autoridades actuales tienen que estar muy atentas, porque si la población no advierte la diferencia puede disparar una corrida.
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Para: www.sanjosevirtual.com.ar Fuente: La Nación
Ricardo Araguás
Fecha de publicación: // | 123 lecturas
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