Cafferatense se quedó con el clausura

Desde su primera final en 1998 ante Independiente que se le venía negando el festejo a Cafferatense.

Es cierto, los de Gasparini adquirieron el pasaje a la finalísima, pero tantos años de abstinencia no empañaran el festejo de un pueblo que lo celebró como pocas veces se vió, y que puertas adentro del plantel ya se habla de revancha ante su verdugo en el apertura, nada más y nada menos que Arteaga.

Pese al buen resultado de la ida, los 90 minutos en la vuelta parecieron más que los reglamentarios, por el simple hecho de que los minutos tardaban en apagarse, y la desesperación de los locales por festejar se hacía cada vez más evidente.Eso sí, cuando Echenique pitó el final, la emotividad se apoderó del escenario y cada uno de los Funebreros invadieron el césped del Bouvier para delirar junto a su héroes.

Como habrá sido de emotivo y cargado de recuerdos el festejo, que hasta Coco Stramezi con sus dificultades para caminar, tuvo en estímulo para para acompañar a Jorgito Priotti en parte del recorrido en la vuelta triunfal.

A la salida del Bouvier, y con la Vaca como líder de los festejos, una caravana de diez cuadras de autos y camionetas acompañarían el recorrido hasta la sede Funebrera para allí desatar total la locura, con fuegos de artificios y bombas de estruendo que duraron hasta altas horas de la madrugada para celebrar tan importante acontecimiento.

Informe: Matías Araguás
imágenes: María Eugenia Giunttini